12/10/11

Música a los 30

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Recuerdo hace algunos años cuando no quería hacerme viejo, todo por la música.

Aunque nunca pude en realidad crear nada, siempre he tenido un gusto aunque peculiar, bastante extenso.

Y no quería hacerme viejo porque me gustaba bastante lo que existía en aquel momento, innovaciones que hicieron época y se quedaron en mi alma -aunque en este preciso momento no recuerdo exactamente los grupos o las canciones- y que en cierta manera han moldeado al que soy yo, hablando en gustos musicales, en novias y en dolores.

No quería hacerme viejo ni crecer porque suponía que igual que a mis padres y abuelos, la música nueva me iba a chocar. Recuerdo la escena ska de principios del milenio y simplemente apestaba.

De pronto, como de la nada tengo 30 -tampoco es tanto-, así como en un suspiro, un parpadeo, solo un momento... y encuentro a CocoRosie, como de la nada, como en un suspiro, un parpadeo, solo un momento.

Resulta que la escena musical de mis 30 no es tan mala como pensaba. Resulta que Lemonade no es mas que yo mismo, con una funde de almohada sobre mi cabeza.

No es más que un "freak folk", no es más que el piano, no es más que las voces ni los sonidos, que el cinco de mayo o que mi botana de cerveza favorita: queso de cincho marinado en chiles en vinagre, no es más que el maíz que dejan las lluvias de verano.